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El impulsor del reconocimiento, Ramón Chiocconi (FpV), realizó una breve reseña de la intensa actividad de Ariel Asuad, quien nació en el año 1943 en la ciudad de Mercedes, provincia de Corrientes y se graduó como abogado en la Universidad Nacional del Litoral, trasldándose hace medio siglo a Bariloche, donde se dedicó a su profesión y a la docencia.

concejo bariloche

En el año 1969 comienza a dedicarse casi exclusivamente al ejercicio del derecho laboral, a partir de su vínculo con el sindicato gastronómico. Durante el gobierno de facto del General Lanusse estuvo detenido junto con otros sindicalistas en la ciudad de Viedma por haber apoyado una de las primeras huelgas de trabajadores gastronómicos de esta ciudad. En 1973, siendo referente de la Juventud Peronista, fue elegido como Legislador Provincial, renunciando por cuestiones éticas en 1974. El 17 de octubre de ese año sufre un atentado explosivo en su casa, al igual que médicos participantes del Plan de Salud. Y durante la dictadura presidida por Videla fue detenido y llevado a la ciudad de Neuquén y a Rawson, sin ninguna imputación, efectuándose su liberación recién en diciembre de 1977. En el período 1984- 1985 fue Presidente del Colegio de Abogados, momento en el cual gestiona y obtiene la creación del Juzgado Federal en la ciudad. Ganó por concurso el cargo de Juez de Cámara Laboral, ejerciéndolo hasta su jubilación en el año 2012. Varios de sus fallos han sido reconocidos y citados en reiteradas oportunidades, generando jurisprudencia en la materia. Al recibir el reconocimiento de manos del presidente del Concejo, Diego Benítez, del Intendente y de Chiocconi, Ariel Asuad recordó: “Hace 50 llegué a Bariloche, con ganas de vivir. Y con ganas de vivir con el otro. Estábamos embarcados en el sueño de un mundo mejor, y en esa tarea pusimos nuestros mejores esfuerzos. Toda mi historia está contenida en estas calles que diariamente transito, con los mismos interlocutores y costumbres que tiene un pueblerino como yo”. El jefe comunal, por su parte, valoró el reconocimiento de las historias personales, “porque son las que construyen una comunidad”. Y definió: “Hay que mirar mucho para atrás, en los que pusieron mucho esfuerzo y corazón para que esta ciudad sea grande. Ahí nos tenemos que apoyar”.