El proyecto consiste en adherir a ley provincial que prevé estrictas pautas de ética para los empleados y funcionarios municipales, un conjunto de deberes, prohibiciones e incompatibilidades aplicables, sin excepción, a todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías, en forma permanente o transitoria, por elección popular, designación directa, por concurso o por cualquier otro medio legal, extendiéndose su aplicación a todos funcionarios y empleados del Gobierno Municipal.
"La promoción de la ética en el servicio público está estrechamente vinculada con la transparencia, la cual actúa como elemento esencial del buen funcionamiento del Estado. Hoy no es posible hablar de un gobierno transparente sin requerir una rendición de cuentas clara y precisa por parte de quienes trabajan en la gestión pública" concluyó Benítez.